sábado, 26 de junio de 2010

Terra Incognita. Vol.1. El Borde del Mundo, de Kevin J. Anderson **

Es el tiempo de los barcos de vela y de los mares inexplorados, de los mapas incompletos con enormes zonas marcadas con las palabras ‘Terra Incognita’. Dos continentes unidos, dos culturas diferentes, dos religiones en conflicto...
Después de generaciones en guerra, los dirigentes de ambas tierras se reúnen para poner fin al derramamiento de sangre. En una ceremonia histórica, los gobernantes están de acuerdo en dividir el mundo en dos. Por desgracia, un trágico accidente destruye en minutos la paz que llevó años construir. El reparto del mundo estará sujeto una vez más a los fuegos de la guerra, y esta vez las llamas pueden arder hasta que no quede nada por quemar.
Mientras la lucha asola ambos continentes, una gran búsqueda desafiará a las tormentas y a las serpientes marinas, más allá del horizonte, en una zona de la que no existen mapas, para buscar una tierra de leyenda. Se trata de la aventura más peligrosa jamás conocida, únicamente apta para aquellos valientes dispuestos a dejarse la vida en explorar lo desconocido, ‘Terra Incognita’.

Incluso hasta el borde del mundo...


http://www.mundosepicos.es/terraincognita/

Cuando el nombre del autor figura en la porta de un libro a un tamaño mayor que el título, suele hacer un flaco favor al texto. Kevin J. Anderson es uno de esos autores bestseller, que sin parecerme una maravilla, me gustan. Seguramnte sea fruto a las novelas de Star Wars. Así que cuando encontré este libro, recién colocado en la estantería de la librería, ya sabía que me lo iba a llevar a casa. Al leer la contraportada (no me gusta que me destripen el argumento del libro, pero tampoco es cuestión de comprar a ciegas) y descubrir una novela de aventuras y exploración, de corte fantástico, me entusiasmé. Tal vez ese fuera mi error.
La historia trata sobre dos países enfrentadas por su cultura y su religión. Más de uno encontrará paralelismos con momentos históricos, unos contemporaneos, como la situación en Oriente Medio, otros remotos, como las cruzadas o los primeros viajes hacia el nuevo mundo. El punto de partida es estupendo, pero según pasa las páginas, el lector va encontrándose un libro irregular. La novela dedica cada capítulo a un personaje diferente, narrando las historias de los gobernantes de cada país, un marinero embarcado en pos de un nuevo mundo, o su esposa que queda en su pequeña aldea natal. A lo mejor es que empiezo a estar un poco cansado de este modode narración, que parece estar convirtiéndose en un standard narrativo en la novela fantástica durante los últimos años, pero más de una vez (y de dos y tres...) me encontraba atascado en un capítulo dedicado a un personaje que no me interesaba lo más mínimo y deseando que apareciera otro que fuera más de mi agrado. Para mi gusto, el texto es terriblemente irregular: me da igual lo cruenta que pueda ser una batalla, cuando lo que quiero como lector es que el personaje que la protagoniza muera lo antes posible para que desaparezca de la trama y no entorpezca más la narración.
Tal vez Kevin J. Anderson ha querido abarcar más temas de los que ha sido capaz de manejar. Si las partes dedicadas a la exploración de mares y costas desconocidos es agradable y está llena de sorpresas, las dedicadas a la "guerra santa" se hace tediosa y aporta poco, o nada, al género. Parece como si el autor hubiera empezado a desarrollar una historia de fondo  para no volea y al final hubiera decidido hacerla también protagonista del libro. El resultado es un mezcla de tramas sólidas con otras que son difíciles de justificar.
El estilo también es irregular, y aunque Anderson es un narrador solvente, en ocasiones se enreda en pasajes puntuales. Hay personajes muy bien costruidos con los que el lector va a simpatizar enseguida, como es el caso de Criston y su esposa Adrea. Sus historias son sencillas, sus objetivos están claros. No tienen fisuras, mientras que otros, como el Rey Korastine o el Zarif Omra (su homólogo oriental) están tan apuntalados, que el exceso de muletas empleado para que el personaje se sostenga termina sobrecargándolos. Hombres poderosos y de honor, los dos viudos y con hijos, enrentados en una guerra que no quieren... Y cuando has leido tres capítulos de cada uno lo único que quieres es no volver a encontrártelos en las siguientes páginas.
El principal punto que quema este título de la quema es el viaje de exploración que protagoniza Criston: si os gustan las novelas de aventuras y viajes, como Moby Dick o la "trilogía de las naves" de Robin Bobb, esta parte del libro os dejará satisfechos (sí, también hay enormes serpientes marinas).
En resumen, el libro resulta tedioso la mayor parte del tiempo, y aunque tiene importantes valores bien aprovechados, no consiguen destacar sobre los puntos flacos.
La novela promete continuación, veremos como se desarrolla la historia, aunque no me han quedado muchas ganas de repetir.

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