domingo, 6 de noviembre de 2011

Las Monarquías de Dios: Las Guerras del Hierro, de Paul Kearny *****


Su nombre es Corfe, único superviviente de la guarnición de Aekir, arrasada por los invasores merduk. Su vergüenza es haber sobrevivido cuando sus compañeros murieron, pero ahora tiene la oportunidad de enderezar su destino.
Tras destacar en la defensa del dique de Ormann, último baluarte del reino de Torunna, Corfe es destinado a la capital, un nido de intrigas donde el recién llegado, que comienza a estar rodeado de una aureola de heroísmo, es recibido con envidia.
El apoyo de la reina madre asegura a Corfe un mando, pero el resentimiento del rey lo reduce a un puñado de salvajes convictos sin pertrechos ni monturas. Sin embargo, Corfe convierte a sus reos montañeses en una fuerza temible y prueba su valía. Ahora deberá enfrentarse al poderoso enemigo merduk, detenido pero no derrotado, dispuesto a jugarse el todo por el todo y culminar su conquista de Occidente.
Mientras, en el extremo opuesto de Normannia, el rey Abeleyn de Hebrion ha recuperado el trono, pero yace víctima de sus heridas. Los rumores lo dan ya por muerto, y la frágil paz obtenida a un alto precio amenaza con quebrarse.
Y al otro lado del océano, en el Nuevo Mundo, una fuerza antigua se estremece, aúlla su furia y aguarda su momento para revelarse.

Tras la llamada hecha por el editor para poder completar la edición en España de estos libros llegué a pensar que nunca llegaría a tener este libro en mis manos. Así que el hecho de que los lectores rescatases esta saga del olvido dice mucho de la calidad de la misma. Los dos primeros libros me gustaron mucho, podéis visitar sus entradas aquí. Y este tercer libro, LAS GUERRAS DE HIERRO, no podían ser menos. Me ha gustado mucho, pero no por lo mismo.
La gente cambia. Así que como lector seguramente he cambiado mucho desde que leí por última vez a Kearney. Pero creo que Kearney también ha cambiado. Al menos, su libros han cambiado. Las diferencias entre LAS GUERRAS DE HIERRO y LOS REYES HERÉTICOS (el segundo libro de la saga) son bastantes, e importantes. Y para mejor. Eso es algo de agradecer, y más si estamos hablando de unos libros que ya entusiasman al lector. Voy a destacar tres, que me parecen fundamentales.  Por un lado, en esta tercera entrega Kearny decide dejar de lado (temporalmente) a algunos de los personajes que hasta el momento se intercalaban en su relato. De ello se benefician directamente los personajes, especialmente Corfe, que ganas en profundidad y realismo. Si tras leer este libro no te ofrecerías voluntario para servir en su batallón, es que éste no es su genero. Otro cambio es la sobriedad y la tranquilidad con la que Kearny obrante este texto. Anteriormente parecía que quisiese contar muchas cosas distintas a la vez, todas muy importantes. Ahora, con mucha más calma, Kearny organiza los acontecimientos y da a cada uno la importancia justa. Una pequeña carga de caballería puede tener más importancia que una gran batalla si el momento lo requiere, o una conversación más tensión que esa misma carga. Me ha parecido asistir al momento en el que el estilo e Kearny se ha asentado, y eso es algo especial, entre el lector y el autor. El último cambio importante que Kearny ha introducido es su tratamiento de “la magia”. Si antes ya era algo destacable por su buen hacer en este respecto, ahora se convierte en un ejercicio de elegancia que bien podrías ser la envidia de otras muchos autores (que ojalá se esforzaran por hacer algo similar).
LAS GUERRAS DE HIERRO es, hasta el momento, la pieza más sólida de esta saga, que ya era una colección de libros recomendable pero que ahora se consolidad como imprescindible dentro del género. Una muestra de que a día de hoy se escribe buena fantasía, buena literatura.
Gracias a todos los lectores que han ayudado a salvar LAS MONARQUÍAS DE DIOS.

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