domingo, 11 de abril de 2010

Muy Pronto Seré Invencible, de Austin Grossman ***

«Esta mañana en el planeta Tierra hay mil seiscientos ochenta y seis seres poseedores de algún don extraordinario, alguna cualidad sobrehumana o algún superpoder de alguna clase. De estos, ciento veintiséis son personas que llevan una vida normal; treinta y ocho se hallan retenidos en centros de investigación financiados por el Departamento de Defensa estadounidense o su equivalente en el extranjero; doscientos veintiséis son seres acuáticos y viven confinados en los océanos; veintinueve son (...)»
Así comienza Muy pronto seré invencible, la mejor novela de superhéroes de las últimas décadas, según Publishers Weekly, que también la ha comparado con la serie de televisión Héroes.
Estas palabras iniciales son pronunciadas por el Doctor Imposible, científico diabólico y genio que aspira a dominar el mundo mientras languidece en una cárcel federal. El Doctor Imposible ha perdido su libertad, a su novia y su fortaleza oculta en una isla. A lo largo de los últimos años ha intentado dominar el mundo por medio de ataques nucleares, termonucleares y gracias al control mental de las masas. Ha viajado en el tiempo para cambiar el curso de la Historia. Ha dirigido ejércitos de robots, de insectos y de dinosaurios, de hongos y de peces... Y ha fracasado en todo. Sin embargo, ahora va a poner en marcha un nuevo plan de ataque... Esta vez tiene que ser diferente, y tiene que funcionar... Aunque tenga que enfrentarse a la heroína de esta historia, la extraordinaria Fatale.


www.randomhousemondadori.es

Qué divertido. Un tebeo de la JLA, contado desde el punto de vista de un maloso a los Lex Luthor, novelizado. Que no es muy original, pues no. Que es de los mejores en su género, sin duda. Olvidaos de esas novelizaciones de X Men o Hulk qu esalen a la venta coincidiendo con los estrenos cinematográficos de turno. Estas son las memorias de un supervillano, y el diario personal de una aspirante a superheroína. Si te gustan las viñetas, te gustarán estos párrafos.

Para empezar, que nadie se tome este libro demasiado en serio. Algunos pasajes son desternillantes. ¿Nunca has querido saber como es la infancia de una supermente criminal?, ¿O los problemas prácico de que tu cuerpo sea una máquina de matar creada por una super empresa tecnológica?. Pues a lo mejor no, pero ya que estamos, en estas páginas están las respuestas.

El libro se divide en dos partes, un personajes narrador es el malo de turno, el Doctor Imposibe, carismático malo de cuatrocomía que te encantará, querrás tomarte unas cañas con él, trazar un plan, intentar conquistar el mundo con un rayo de la muerte y luego traicionarle y reirte a mandíbula batiente con unos "BUA-JUAS-JUAS" en letras grandes y probablemente de color rojo. Esta parte es la más entretenida y la que seguramente te cautivará y la recordarás años después de leer el libro.

La segunda parte, la que narra las dolencias de nuestra aspirante a heroina de primera división es la que hace avanzar la historia. Como personaje, Fatale, es mucho más flojo que el anterior, pero su misión es la de dar el contrapunto a la visión del Doctor Imposible. Su punto de vista de primeriza nos introduce en un mundo lleno de gente con poderes, y con ella conoceremos a los mejores de ellos, una Liga de la Justicia que en este libro recibe el nombre de Los Campeones. Desde su perspectiva conoceremos a un Batman, un Superman, una Wonder Woman que no son ni Batman, ni Superman, ni Wonder Woman, pero que se les parece tanto que... Qué más da cómo se llamen.

Con este libro te vas a reír, tanto con la historia como con tus recuerdos de lector de cómics. si te gustan las aventuras de estos héroes en pijama y sigues su colecciones de cómics, encontrarás muchos lugares comunes, pero seguro que nunca los habías visto así.

¿Nunca te habías preguntado cómo vive el Doctor Octopus su día a día y qué diablos guarda en su sótano?

Primer Vuelo, de Chris Claremont ***

La teniente Nicole Shea era la piloto más joven y cualificada que había salido de la academia en los últimos veinte años, pero el alto mando de la NASA en la Base Lunar quería algo más que una piloto temeraria y amante del riesgo.


Su primera misión sería trazar una ruta de vuelo hasta Plutón, en una nave con una maniobrabilidad que dejaba bastante que desear; un trabajo considerado simplemente como rutinario. Pero un enfrentamiento espacial le deja la nave reducida a chatarra, alejándose sin control del Sistema Solar, teniéndose que enfrentar a un reto para el que ningún simulador la ha preparado.


Es entonces cuando se le acerca otra nave procedente de la negrura entre las estrellas, una nave de diseño desconocido que estaba donde no podía haber ninguna nave... Una nave que no ha sido construida por seres humanos.

www.dolmeneditorial.com

Lo reconozco: el morbo hizo que me llevara este libro a casa. A ver, amigos, una "space opera" escrita por Claremont, el hombre que hizo de los mutantes de Marvel lo que son. La expectativas era muchas, el resultado... Pues bueno.

Bueno, sin más. Por encima de la media, sí, pero por debajo de los esperado para un nombre como el de este autor. En cualquier caso, este libro, presentación de una saga (por lo que yo se, y a excepción de este título, inédita en España) que promete. digo esto, porque yo me he quedado con muchas ganas de seguir las aventura de Nicole Shea, una piloto dura, una Starbuck, una Ripley, una peliroja dura como el acero, pero no tan fría como ella pretende parecer.

Más allá de los anecdótico de la trama del libro, que es una aventurilla que pone en posición a una serie de personajes que imagino tendrán protagonismo en siguientes entregas, este es un libro para la teniente Shea. El libro es ella. Aparecen otros personajes, entrañables, sí, pero ninguno como nuestra protagonista, que te conquista a las pocas páginas. Y es que la mano que tiene el señor Claremont para escribir personajes (femeninos en concreto) es magistral. Con un personaje tan bien construido, la historia fluye sola y con sencillez (que no lo es tanto). Este podría ser un buen guión para uno de aquellos finales de temporada de Star Trek: La Nueva Generación. Sólo que sin pijamas, y disparos de verdad.

La aparente sencillez de la historia permite que fluya con elegancia, sin hacerse pesado ni un solo párrafo. Doscientas y pocas páginas que te meriendas con ganas y que te dejan satisfecho. Y eso que las expectativas eran muy altas. Tal vez se quedan decepcionadas si juzgamos que con doscientas páginas el lector se queda con tantas ganas de más que este "Primer Vuelo" le sabe a poco. Es como leer sólo un cómic de aquellos X Men que tanto disfrutamos en los 80. Claro, uno solo mola mucho, pero la saga entera ya... ¡Puff!

Un libro recomendable, especialmente si luego quieres hacerte con el resto de la saga en inglés.

Almas en Guerra, de Liz Williams **

En un futuro muy lejano, la mano de hierro del Matriarcado Marciano gobierna una Tierra destruida e inundada. La guerrera marciana Sueños-de-Guerra debe viajar a la Tierra para proteger a una niña especial de una amenaza desconocida. Esta niña es Lunae, una clon con un extraordinario legado, que envejece a una velocidad antinatural y tiene el talento especial de manipular el tiempo. Cuando están a punto de asesinar a su protegida, la guerrera marciana debe huir con Lunae a las islas inundadas del norte de lo que fuera Japón. Pero durante el trayecto la niña desaparece, y la guerrera decide volver a las planicies de Marte para descubrir la verdad sobre el control marciano sobre la Tierra, y la naturaleza de todos los secretos que esconde…


Este libro me ha dejado una sensación rara. La verdad es que me ha parecido un libro flojo. Pero tiene personajes que me han encantado y momentos brillantes. Tendría que describirlo como un montón de grandes ideas muy mal enlazadas.
Para empezar, la historia es el viaje, una vez más, de un joven elegido, la niña Lunae, que debe alcanzar su destino acompañado de su nodriza y una guardaespaldas.  Esta aventura responderá a una profecía relacionada con una serie de conceptos que mezclan la distorsión del tiempo, el espiritismo y la ingeniería genética. Suena bien , pero la autora lo mezcla todo de una manera extraña, sin dar demasiadas explicaciones y las que da, demasiado abstractas. Eso no sólo confunde, en momentos, al lector, sino que también parece confundir a la autora: en un momento determinado la historia, uno de los personajes, capaz de viajar en el tiempo, también se desplaza en el espacio. ¿Cómo? Ni idea. ¿Por qué? Imagino que por que a Williams le venía bien para poder seguir desarrollando la trama, porque la verdad es que en el libro no se menciona cómo es capaz  de hacer y por qué no lo vuelve a hacer en el resto de la novela. Simplemente, pasa. Con ese detalle, ya me quedé refunfuñando el resto de la novela. Por lo demás, pues muy poca chicha en general.
Pasemos a lo que tiene de bueno esta obra y lo que la salva de la quema. Los personajes, arquetípicos, pero atractivos y pro momentos, entrañables. Destaco a la guardaespaldas de nuestra protagonista, Sueños-de-Guerra, una guerra marciana con una armadura inteligente la mar de práctica. Es dura, es letal y a todos nos gustaría que nos acompañases algunas de esas noches en las que sales de fiesta muy tarde y en busca de un atajo, acabas en un callejón oscuro llenos de sombras inquietantes. Este personaje no es más que uno de los mejores ejemplos de la imaginería que usa Williams para decorar su libro: tenemos paisajes marcianos llenos de misteriosas criaturas, pero también sucias ciudades portuarias llenas de mutantes, cyborgs letales y misteriosos laboratorios subterráneos.
Tal vez a este libro le hubiera venido bien ser planteado en un par de tomos, o por lo menos, unos cuantos capítulos más, porque da la sensación de que la autora a juntado todas esas ideas estupendas y no ha dedicado tiempo a unirlas entre sí, o a trabajar una historia de transfondo que me he quedado con ganas de explorar.
Por otro lado, el libro deja un final abierto (no daré más detalles) un tanto insatisfactorio. Un “¿Y ahora qué?” que no tiene pinta de ser respondido, ya que el libro es de 2004 y por lo que veo en la red, no tiene pinta de ser retomado. Una pena.

Metro 2033, de Omitry Glukhovsky ****

Estamos en el año 2033. Tras una guerra devastadora, amplias zonas del mundo han quedado sepultadas bajo escombros y cenizas. También Moscú se ha transformado en una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado bajo tierra, en la red de metro, y han creado allí una nueva civilización.
Este libro narra las aventuras del joven Artjom, un muchacho que abandona la estación de metro donde ha pasado buena parte de su vida para tratar de proteger a la red entera contra una siniestra amenaza. Porque estos últimos hombres no están solos en el subsuelo…

Qué bonito es encontrarte con un buen libro. Con uno de esos “tochetes” que uno se puede llevar cómodamente  a la cama y dedicarle horas de lectura. Y es que este Metro 2033 requiere tiempo, pero se disfruta.
Más cercano a títulos de Ciencia-Ficción dura” que a otro tipo de derivados más comerciales, esta novela ha sabido atraer lo suficientemente del público generalista como para protagonizar un videojuego. La novela tiene un regustito, ya que estamos, a la película Stalker. Con ella comparte la historia de un viaje y el ritmo narrativo, lento e intimista.
La historia narra el viaje de un joven por un metro de Moscú post apocalíptico. El último refugio de la humanidad, hasta donde ese sabe, son esos túneles. En ellos, nuestro protagonista Artyom vivirá una aventura iniciática que le convertirá en un hombre. Con esa premisa, y con unos sólidos ingredientes (un enemigo misterioso, una misión casi mesiánica), Glukhovsky nos traza un plan de ruta por la red de metro moscovita que no olvidaremos nunca. L trama principal es sencillita y al comenzar la lecutra del libro, viendo el número de páginas que queda por delante y al ritmo que el autor desarrolla las acciones uno tiende a pensar “madremíalaquemeespera”. Pero es ese ritmo, el que poco a poco va asfixiando al lector y le comprime como las paredes del metro. Y es ese ritmo que dota de una fuerza terrible a los detalles (algunos terribles, como la madre que prostituye a su niño pequeño; otro sensacionales, como la guerrilla itinerante “Che Guevara”. Así, la aventura se desarrolla lentamente, acumulando información, hasta que eclosiona en un gran y pirotécnico final.
Al terminar la última página, como en muchos momentos de la vida, uno se da cuenta que lo importante no es esa última página, sino el resto del viaje. En sus quinientas páginas el libro hace una radiografía del metro que no es otra cosa que una radiografía del alma humana. Ni más ni menos. Y nos es poco, porque en las diferentes estaciones de metro encontraremos a estoicos, sofistas, comunistas nazis, capitalistas, satanistas, estoicos y otras variantes del pensamiento humano que irán delimitando el camino a seguir por Artyom (lo que parece fácil en una red de túneles, pero que es complicado en extremo tal como nos lo cuenta el libro). Esto no deja un libro de ciencia ficción de los de la vieja escuela, lleno de filosofía y de psicología, pero remozado, con mutantes y otras criaturas del submundo.
En resumen, un libro que pide paciencia y a cambio da momentos difícilmente olvidables. El ritmo es lento y denso, pero si entras en su jego te atrapará como las arenas movedizas.

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